LASAÑA DE ATUN ENLATADO

Ya véis que a veces las cosas puede quedar bien y ser a la vez muy sencillas. Esta vez quería llenarle el buche a mi costillo pero no pasarme una tarde entera en la cocina. Así que esta vez he usado placas de lasagna compradas de las que ni hay que cocer antes, atún enlatado (a vuestro gusto la cantidad), salsa de tomate algo decente (yo uso unas de bote de cristal tipo casero a veces con pimiento), queso rallado y una bechamel ligera.
Lo único que requiere algo de trabajo es la bechamel, pero ya le he cogido el truquillo y la hago en menos de 10 minutos. Hacemos el roux (un par de cucharadas de mantequilla o una de mantequilla y una de aceite), tres cucharadas soperas colmadas de harina de trigo, removemos todos y veremos que se hacen unas bolitas....fuego bajo que no se queme!Echamos poco a poco leche entera y vamos removiendo con una varilla. Cada vez que añadamos media tacita, ha de removerse todo hasta que no haya líquido. Volvemos a echar leche. Así hasta que tengamos una salsa espesa. Si fueramos a hacer croquetas tendríamos que dejarlo más tipo pasta.) Echamos un poco de nuez moscada recien molida y la salamos.

En una bandeja de horno metálica o tipo pyrex ponemos una cucharon de bechamel y unas placas de pasta de lasaña hasta cubrir el fondo. Habremos hecho en un bol una mezcla del atun en lata (hemos escurrido el aceite antes) y salsa de tomate. La proporción de uno y otro a vuestro gusto. Añadiremos a este bol un poco de pimienta negra recien molida y oregano. Encima de las placas de pasta ponemos una capa de esta mezcla y otra capa de pasta. Luego otra de la mezcla de atún y tomate, otra de pasta y una última de mezcla. La última ha de ser de placas de pasta.
Por encima ponemos con el cucharon de sopa una generosa capa de bechamel (que hemos mantenido a fuego minimo para que no se espese). Espolvoreamos queso, en este caso he usado un surtido que tengo para pizzas y suelo comprar en Lidl. Me gusta porque funde bien y deja dos tonos de color por los distintos quesos.
Lo metemos al horno el tiempo que estipule el fabricante de nuestras placas de pasta, más esos cinco minutos de gratinador típicos para dorar el queso (supongo que el tiempo de horno variará algo según la marca de la pasta).
Sacamos la bandeja del horno y emplatamos espolvoreándo un poco de perejil picado por encima.
De trabajo propio calculo máximo 20 mínutos y luego es tiempo de horno (de limarnos las uñas por ejemplo).
Con una ensalada es plato único y no hemos trabajado más de una hora en total. No está mal. Y además es un plato barato y que llena.

Espero que os guste la pinta y os animéis. Ya véis que en mi casa las latas tienen también su hueco en la despensa.