Quitaremos al perejil los tallos y nos quedamos con las hojas que ponemos en un bol. Añadimos medio vasito de agua y lo trituramos todo hasta conseguir un líquido muy verde que será el que añadiremos a una bandeja en la que tenemos la sal extendida. (Yo uso de las de cualquier fruta u hortaliza que vienen en bandejas). La tenemos unos días moviéndolo un poco y al cabo de unos días, la tendremos ya seca, preparada para usar.
Cierto es, que el color es menos verde de lo que esperaba, pero supongo que se puede repetir el proceso hasta conseguir el verde intenso deseado.
Esta sal sirve para aliñar cualquier pescado o carne ya que no le va a aportar demasiado sabor, pero sí color.
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